El
eterno retorno de Maciste
You were born
with a snake in both of your fists
While a
hurricane was blowin’
R. Zimmerman
Generalmente no cuentan las veces en que a uno lo llevan al cine de la mano, ni cuando se asiste formando parte de un grupo. La virginidad cinematográfica se pierde en soledad, cuando uno asiste al cine por sus propios medios propios, la primera vez.
No pocas veces la experiencia resulta trascendental, pero casi siempre es inolvidable. A mí me ocurrió cuando tenía 7 u 8 años. Por entonces mis aficiones literarias apenas habían remontado el período tumultuoso de la aniquilación de bellas colecciones de literatura infantil, para alcanzar la etapa de lecturas escolares compulsivas y otras, algo más espontáneas, de cuentos de hadas con ilustraciones tipo Walt Disney, hasta llegar a la frecuentación de la prestigiosa revista chilena Condorito.